Jefe de Estudios Económicos
Los diarios y las encuestas decían este jueves 10 de setiembre que el BCR mantendría su tasa de interés de referencia en 3.25 por ciento, y al parecer la gran mayoría de ellos se equivocaron, pues el resultado fue un incremento en 0.25 por ciento, para regresar al 3.5.
Al respecto, debe recordarse que dicha tasa proviene de una serie de reducciones sucesivas del año pasado, que concluyó el enero del presente año, con la finalidad de reactivar la economía, bajo el riesgo de incrementar ligeramente la inflación.
En la actualidad, las estadísticas de los tres primeros trimestres ya permiten efectuar una estimación más o menos certera de cómo terminará el año, por lo menos desde el punto de vista de tendencias, dejando de lado oscilaciones de cortísimo plazo coyuntural.
De este modo, estas noticias hacían presagiar que la tasa de interés se incrementaría, sin embargo, bajo la hipótesis de que el BCR sólo actuaría luego o ante la inminente subida de tasas de interés del Banco de la Reserva Federal norteameriano (FED) y que este último aún no había definido su postura, se pensó que el BCR estaría a la espera.
Empero, un elemento trigger de esta reciente subida fue el hecho que un grupo de analistas encuestas por el BCR ya se había dado cuenta que los fundamentos de la economía peruana iban por otro lado distinto al de las intenciones de la FED, por lo que éstos consideraban que podía haber un incremento de la tasas de referencia. Aún más, el BCR ya sabía que los analistas consideraban una probabilidad de aumento de 40 a 50 por ciento antes del fin de año.
Así, antes de verse descubierto, aprovechando que las expectativas aún no estaban plenamente formadas para un incremento de las tasas, y de ello, que aún no se habían hecho los descuentos respectivos en los activos financieros y no tan financieros, decidió subir la indicada tasa, aparentemente bajo sorpresa de todos.
En realidad, una de las premisas más elementales de la economía monetaria es que la política monetaria puede ser más eficaz cuando toma por sorpresa a los agentes económicos, antes de que estos ajusten sus expectativas o incorporen cambios aún no existentes antes de tiempo. Por lo tanto, era de esperarse que ante un inminente llamado de los fundamentos económicos peruanos, con una mayoría creyente del ceteris paribus, con un ligero grupo ya no tan creyente, la política monetaria podría maximizar su eficacia actuando inmediatamente. Y así lo hizo.
Finalmente, un crítica aún más acida es que no se trató de un simple ajuste para evitar perder el momento de sorprender a los agentes, el cual ya se le estaba yendo; sino un intendo de corregir un error cometido a inicios del año, mediante la reducción de la tasa de referencia que más que aumentar el PBI, lo único que hizo fue incrementar la inflación y el tipo de cambio. Para comprobar ello, será necesario filtrar tendencias y verificar si la recuperación del PBI fue por razones estrictamente monetarias, por fundamentos económicos internos o por el contexto internacional.
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