El objetivo clave de los bancos centrales ha sido la estabilidad de los precios (inflación baja y estable) y los bancos centrales disponen de un conjunto de herramientas de política monetaria convencionales para alcanzar este objetivo. Sin embargo, tras las crisis en cuestiones de estabilidad financiera y funciones de supervisión, se han incrementado las políticas monetarias no convencionales, lo que introduce a los bancos centrales en el Big Data.