Friday 18 January 2019

Inversión en el desierto (RAPREY, J)




Luego de completar las 10 etapas programadas para la edición de este año, la competencia de rally más dura y famosa del mundo llegó a su fin, dejando la incertidumbre el desarrollo de la próxima edición en el 2020, puesto que en este año tanto Argentina, Chile y Bolivia, que anteriormente también fueron cede del rally Dakar, desistieron de recibir a la competición en su territorio, en el caso argentino por la crisis económica que atraviesa su país, mientras Chile se negó por las políticas de austeridad del actual gobierno chileno y en el caso Bolivia se debió a falta de negociaciones.

Esta situación de deserción en la organización, llevó a que el Perú sea única sede del rally este 2019 tras ser aprobada por el ex presidente Pedro Pablo Kuczynki y ratificada por el actual presidente Martín Vizcarra luego de evaluar el panorama económico y la imagen internacional que generaría ante una posible cancelación por parte del Perú, pero, ¿qué tan rentable es recibir a tan grande competencia?

El estado peruano asignó para dicho evento algo más de S/ 20,4 millones solventado con los recursos previstos en la Reserva de Contingencia del pliego del Ministerio de Economía y Finanzas ya que no fue sido previsto en el presupuesto institucional del presente año fiscal, esto con la expectativa de generar un impacto económico de S/190 millones, superando así los S/130 millones, resultados basados principalmente en el turismo tanto nacional como extranjero.

Además este año se pudo posicionar aún más la Marca Perú a través de las transmisiones de los diversos medios de comunicación internacionales, llegando a ser uno de los protagonistas a lo largo de la competencia que se realizó del 6 al 17 de enero, con la participación de 534 pilotos y copilotos de 61 nacionalidades, distribuidos en las distintas categorías, resaltando en esta edición la participación femenina, con 17 mujeres en competencia, siendo hasta ahora la cantidad más alta de participantes mujeres en un Rally Dakar, en donde además se dio la participación de un joven holandés de apenas de 16 años, convirtiéndose en el participante más joven de la historia de la competencia, así como también la primera participación de una persona con síndrome de down que se desempeñó como copiloto, y es peruano.

El Rally Dakar 2019 recorrió íntegramente territorio peruano entre Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna, con una distancia total de 5000 km siendo, siendo el recorrido más corto de la historia y el qué menos días duró(11), hecho que hizo perder su atractivo, quedando atrás los casi 9000 km y tres semanas de duración, además de las negativas de algunos países en albergar la competencia haría buscar otros horizontes a sus organizadores (Amary Sport Organization), tal vez volver a África, donde surgió esta competencia haya por 1978 y que por amenazas terroristas se trasladó a un entusiasmado Sudamérica en el 2009.

Por lo pronto no se sabe lo que pueda pasar en los próximos años con esta competencia, ya que es Argentina era uno de sus principales impulsores y que al parecer hoy en medio de su crisis, están más interesados en acoger una carrera de Formula 1 que en el Dakar, mientras que Chile, Bolivia y Ecuador mantienen la posibilidad de poder apoyar la próxima edición, mientras que Perú tendrá que analizar, no los resultados deportivos, que por hecho no nos fue tan mal, sino los resultados económicos que nos dejó esta y las anteriores ediciones, y poder determinar si podemos invertir y seguir solventando los gastos que origina albergar esta competición o mejor invertirlo en otras prioridades que tiene el país para poder desarrollarnos, porque turismo tenemos y tendremos, pero el desarrollo no nos lo da teniendo más "pantalla".

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