El
Aeropuerto Internacional de Chinchero ubicado en Cusco es para los peruanos,
especialmente para los cuzqueños, un sueño que se ha visto frustrado durante
muchos años debido a muchas trabas en el desarrollo el proyecto; que a pesar de
ello, en el 2014 estuvo a punto de hacerse realidad pero que por malas
decisiones y hasta incluso sospechas de corrupción, hasta el día de hoy
permanece paralizado.
En
el 2014 el consorcio Kuntur Wasi ganó la buena pro del proyecto, surgiendo una
APP (Asociación Público-Privada) con el Estado peruano en el cual el consorcio
Kuntur Wasi solicita un cofinanciamiento de US$265 millones y una concesión de
40 años, pero en el 2016 el MTC (Ministerio de Transportes y Comunicaciones)
rechaza los términos financieros del contrato, por lo que Kuntur Wasi propone una
modificación del contrato (adenda), en la que el Estado asumiría casi el 80%
del financiamiento total.
A
pesar que esta alteración del contrato era aún más desfavorable, Ositran y el
MEF (Ministerio de Economía y Finanzas) aceptan la adenda pero desde el
Congreso detienen la realización de este acuerdo y abren investigaciones a la
par de la Contraloría y el Ministerio Público
por supuestos actos ilícitos. En medio de conflictos políticos y
sociales el contrato se anula por mutuo acuerdo en junio del 2017.
Es
por eso que ahora el Estado ha optado por ya no formar una APP para la
realización de este megaproyecto, sino hacerlo por inversión íntegramente
pública, pero bajo la modalidad de gobierno a gobierno en la que otro país
elaborara su propuesta de obra, que luego será evaluada por el MTC y llegar a
una elección, entre los 7 países precalificados para construir el aeropuerto (Reino Unido, Canadá, Turquía, Francia, Singapur, Corea
del Sur y Estados Unidos).
Esto
hace ilusionar nuevamente con la final construcción de esta importante obra,
que tiene en la actualidad a funcionarios y ex funcionarios en investigación,
por lo que esta nueva modalidad que el gobierno ha optado está yendo por buen
camino y que se espera, culmine de la mejor manera a pesar de que pueden surgir
otras trabas que nuevamente imposibiliten este proyecto.
No
sería descabellado pensar que también que una parte del sector privado haya
estado o está en contra de esta obra debido a que este nuevo Aeropuerto
Internacional significaría que se reduzca el tráfico de vuelo y por tanto de
turistas en Lima, ya que siendo Cusco el principal centro turístico del país,
los turistas extranjeros ya no tendrían la necesidad u obligación de primero
pasar por Lima, porque habría vuelos internacionales directos a Cusco lo que significaría
un reducción en la actividad turística en la capital y afectarían los interés
de las empresas vinculadas a este sector (hoteles, restaurantes, clubs,
comercio, etc.).
Entonces
se estima un impacto negativo para Lima, pero también uno positivo para Cusco
mucho mayor porque además se alentaría a la reducción del centralismo, fenómeno
que tantos problemas económicos y sociales han traído al Perú, es así que
también se buscara mejorar los aeropuertos de Chiclayo y Piura; esperemos que
todo esto se cumpla por el bien del crecimiento y desarrollo del país, y además
se realice de manera transparente no dejando que la corrupción gane otra vez.
José Gerson Raprey Salas
Asistente de Estudios Económicos
No comments:
Post a Comment