Jefe de Estudios Económicos
Lima, 01 de abril de 2017
Un reciente artículo del economista German Alarco publicado en el Blog del Area de Macroeconomía de la Universidad del Pacífico discute sobre los prejuicios que algunos economistas están teniendo respecto al efecto inflacionario que podría tener el déficit fiscal. Vale decir que a mayor déficit, mayor inflación. Esto a raíz de los recientes comentarios del Ministro de Economía, Alfredo Thorne, de que no le preocupaba un mayor déficit fiscal, con tal de apoyar a la recuperación de la economía peruana en el contexto actual de desastres naturales.
Obviamente, la crítica a un discursos a través de un discurso podría ser suficiente para algunos, pero resulta necesario verificar los datos estadísticos para ver que es lo que realmente está pasando entre el Déficit Fiscal y la Inflación. A fin de confirmar o rechazar lo afirmado por el mencionado economista.
Para ello, se obtuvo datos trimestrales del resultado económico como porcentaje del PBI y la inflación a 12 meses. Esta última se transformó de mensual a trimestral a través del promedio de los tres meses. Las especificaciones adicionales se encuentran en el Working Paper N° 0401-2017-EMECEP, pero aquí se presentarán algunos de los resultados. Debe recordarse que lo importante no es tanto el deficit fiscal per se, sino el efecto de un mayor gasto público que causa ese mayor déficit, siendo que éste último tendría efectos inflacionarios, según la teoría neoclásica.
En primer lugar, puede notarse que el resultado fiscal, a pesar de encontrarse como porcentaje del PBI, todavía presenta una clara estacionalidad, por lo que debe desestacionalizarse ya sea mediante un método o filtro, o bien a través de alguna otra transformación de estos datos o de los datos de origen. A fin de simplificar lo anterior, se utilizará el filtro de Cristiano Fitzgerald.
Hecho esto, ahora sí podemos comparar la evolución del Resultado Económico y la Inflación. Cabe precisar que el resultado económico puede ser negativo (Déficit Fiscal) o positivo (Superávit Fiscal). Si lo que se desea es ver la relación entre el déficit y la inflación, debe identificarse una relación inversa entre ambas variables.
El lector puede observar que al parecer existiría una relación positiva entre ambas variables, es decir a mayor resultado económico, mayor inflación. Dicho de otro modo, a mayor déficit fiscal, menor inflación. Esta primera y básica aproximación resultaría contraria al enfoque neoclásico criticado por el profesor Germán Alarco, lo cual además confirmaría su opinión al respecto.
Ahora bien, el gráfico presentado también revela que sólo ha habido un periodo de déficit fiscal relevante, ocasionado por la crisis financiera internacional del 2008, para lo cual se utilizaron recursos públicos a fin de prevenir un shock fuerte en la economía peruana, también llamado "Plan Anticrisis". El resto de año, ha presentado un déficit fiscal débil entre 0% y 1%, siendo el resto de valores inclinados al superávit. Esto sugiere que dicho periodo podría ser considerado un outlier, sin embargo, dado que ambas variables reciben el impacto de la misma manera, talvez no sea conveniente un tratamiento de esta naturaleza.
Considerando lo anterior, se presenta el diagrama de dispersión para todo el periodo de estudio.
Si se elimina visualmente los casos extremos, puede observarse que la relación no parece tan clara como en los gráficos anteriores. Ello debido a que se encuentran entremezclados los datos antiguos con los más recientes. En efecto, la relación directa parece haberse iniciado o intensificado justo después de la crisis financiera internacional, por ejemplo, desde el año 2010 aproximadamente. En consecuencia, un diagrama de dispersión de dicha muestra sería el siguiente:
A pesar de comprobarse la relación directa, ésta tampoco es muy precisa como para realizar predicciones más exactas. No obstante, el líneas generales permite verificar que efectivamente, la economía peruana no se estaría recalentando por la intervención del fiscal en la economía. Empero, este último gráfico sugiere que los periodos de elevada inflación han venido acompañado por superávit fiscales, lo cual podría permitir establecer una hipótesis de interés: La política fiscal ha sido preventiva en materia de inflación, limitando el gasto público en periodos de inflación elevada, bajo la creencia de que al aumentar dicho gasto y generar déficit, lo que se generará es aún mayor inflación.
Para comprobar ello econometricamente, se realizará un test de Granger, para saber si el aumento en el superavit se debe al aumento de la inflación (lo que revelaría una política fiscal preventiva, lo cual sería consistente con la teoría neoclásica por lo menos como expectativa) o si la mayor inflación es causada por una mejora en el resultado económico (lo cual sí sería contrario a la política fiscal neoclásica). A continuación se colocan sólo los resultados con dos rezagos.
Los resultados de la prueba de Granger sugieren que la inflación causa efectivamente al resultado económico, de 1 a 4 rezagos trimestrales). En el sentido inverso, habría una ligera causalidad, con un rezago, aunque los resultados no son concluyentes.
De ello, se podría afirmar que existe aún una expectativa de que mayor déficit causa mayor inflación, por lo que en los casos que la inflación suba, se preferirá no aumentar el gasto público generando menor superávit e incluso déficit. Esto es una suerte de "profecía" de autocumplimiento, lo cual hace más interesante aún la política económica, debido a los prejuicios de los policy makers.
No obstante, todavía no hay información estadística suficiente para saber si realmente un mayor gasto público que genere déficit podría ser inflacionario, por lo que aún la teoría neoclásica no puede ser estadísticamente rechazada, para beneplácito de los economistas más liberales (o "conservadores" en el enfoque norteamericano).
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