Tuesday, 23 February 2021

Martin (2021) ¿Realmente existe exceso de dinero del Estado en el Sector Financiero?

José-Manuel Martin Coronado

Lima, 23 de febrero de 2021

El Perú se encuentra en periodo de elecciones y definitivamente los argumentos a favor o en contra de determinada política se encuentran a la orden del día. ¿Cuál es el problema? En el camino, muchos candidatos realizarán afirmaciones aprovechándose de la ignorancia técnica del opositor o de los electores. 

Un ejemplo de ello fue lo indicado por el ex-presidente interino del BCRP, Oscar Dancourt, manifestando que el Estado tiene aún mucho dinero para gastar, basándose en información objetiva que se encuentra registrada en los diversos reportes del BCRP. 

En efecto existe dinero público que yace en el sistema financiero, por lo que, en principio, nada impediría que el sector público solicite retirar ese dinero para inyectar dinero a la economía a través de los ya conocidos bonos. ¿Pero cuál es el problema?

El principal problema es que la lógica es muy similar a la del dinero del sector privado. Si el sector privado le pidiera al sector financiero retirar su dinero, habría una corrida bancaria, y una crisis inevitable. Algo así podría pasar si se solicita el retiro de todos los fondos públicos, aproximadamente 75 mil millones de soles. 

En otras palabras, ese dinero existe, pero puede ser retirar por razones de estabilidad financiera. Al menos no en su totalidad. Por lo que tiene que pensarse en un retiro menor, es decir, un 10% o un 20% como máximo. 

Nótese además que ese dinero es de las entidades públicas en general. No necesariamente son ahorros, sino dinero que ya podría estar comprometido para el pago a terceros ó dinero para pagos de deudas. Entonces, realizando una prueba ácida, no es técnicamente un dinero líquido y disponible, a pesar de que contablemente se ha registrado como tal. 

No es difícil sospechar que un economista con fijación intervencionista piense que el Estado tiene recursos enormes y hasta ilimitados. Si en caso faltara, el BCRP podría incluso emitir dinero, y éste podría esterilizarse relativamente fácil, sobre todo si existe una alta demanda por liquidez que compensaría la oferta. 

El problema de elegir ese camino fácil, son los efectos reales y nominales que podrían afectar a la economía progresivamente. Lo cierto es que existe una inflación que el BCRP no quiere ver. Se esconde detrás de estadísticas elegidas a dedo. Es considerada una herejía pensar que el BCRP se puede equivocar, sin embargo, en muchos casos su poder de control no es mayor a la de un inversionista mayoritario de una bolsa de valores.